Antes leíamos. Antes no existía la regla de los 3 segundos. Antes y antes y antes y antes. Tantas cosas. Todo tiempo pasado fue mejor dicen los más nostálgicos. 

Todo depende, según como se mire. Así decía Jarabe de Palo, en una de sus más icónicas canciones. Un himno a estas alturas. Y así, tal cual, siempre va a depender. Aún así...¿Hemos ido simplificando nuestras mentes con el tiempo?

Puede ser. Ahora tenemos menos atención. Hay muchos estímulos. Híper información. Miles de formatos. Reels, likes, comentarios, TikTok. Videos cortos. Virales y la lista es tan larga que abruma un poquito. Consumimos y desechamos.

Ya no nos acordamos de lo que leímos ayer. Nuestra mente vuela tanto, divaga tanto, que la atención es un bien tan escaso como el tiempo. 

Entonces...¿cuáles son nuestros desafíos para comunicar lo que queremos?

Aquí, apostamos por volver a nuestra esencia. Mostrar lo que nos apasiona. Lo que nos mueve. Lo que nos enamora. Cueste lo que cueste.