EL SUR DEL MUNDO NOS FORJÓ..
Uno de los puntos más bajos de nuestro planeta.
En la patagonia chilena, donde el clima austral
gobierna con su mano fría, donde los
vientos y las lluvias son parte de la vida,
en una danza salvaje que nunca termina.
HEMOS SIDO
forjados en lo Austral.
Somos hijos de la lluvia
y del frío, de la niebla densa
que cubre los montes.
Montes que se van
convirtiendo en bosques
y ciudades. Hasta que las
urbes llegan al mar.
Esa costa interminable
que son olas de aventura. Magia.
LA INCLEMENCIA
nos ha hecho fuertes.
Hemos aprendido a convivir
con ella, y a disfrutarla como
parte de nuestra esencia.
Aquí, en estas tierras y
mares del sur del mundo,
la naturaleza nos desafía
cada día, pero nos
enorgullecemos de vivir
aquí, de sentir la lluvia en
nuestra piel y el viento
en nuestro cuerpo.
Nos sentimos vivos en
medio de la tempestad.
HEMOS CONVERTIDO
la adversidad en goce, y cada día es una
oportunidad para conectar con el mundo
natural que nos rodea, una conexión
profunda que nos hace sentir vivos.
NATURALEZA
linda y divina, que nos
enseña a prepararnos
para estar listos en climas
cambiantes. Ecosistemas
que se juntan para crear
esa magia única.
La plenitud y goce en
esta angosta franja de
tierra en lo austral. La
magia de lo diverso.
De climas distintos al
resto del mundo.
Donde converge en 24
horas la montaña y el mar.
La pampa y las olas.
NOS HEMOS
abierto paso.
Hemos creado caminos,
hemos pisado fuerte en
nuestra tierra.
Hemos seguido las huellas
del pasado, convirtiéndolas
en futuro. Hemos abierto
caminos a la camaradería
propia de lo austral.
Asi que si, somos inspirados en la Patagonia austral,
una tierra ruda y salvaje que nos ha enseñado a ser fuertes,
y estamos orgullosos de ella, de sus montañas,
sus ríos, sus bosques, su pampa, y su mar, un paraíso
inmortal que recorre toda nuestra costa,
invitándonos a la aventura en el Pacífico austral.
Somos forjados en lo Austral.